Seguidores

domingo, 24 de julio de 2011

Ingeniera de mi vida

POr estos días, en que el tema de la educación a ocupado todas mis búsquedas en internet, en donde se plantea el derecho de una educación pública y de calidad , y se rechaza el surgimiento de universidades e institutos privados que engañan a muchos acerca de carreras que tienen nula proyección, yo me preguntó... en q universidad se enseña a vivir?

Puede ser una pregunta cliché, pero creanme que me parece necesario reflexionar al respecto. Llevo 3 años esperando aprender como darle sentido a ese ejercicio que llena de oxígeno mis pulmones y que se supone me permite respirar.. pero no me han enseñado como hacer que ese continuo inhalar y exhalar implique vivir.

Y quizás es cierto.. el problema de educacióne está en crisis.. pero la sociedad también lo está. No soy la única que no sabe vivir, y es que he crecido rechazando el fracaso, el dolor... . Estas dos palabras me aterrorizan, como casi todo, y este es el miedo q me impide vivir,... porq .. Dios, que miedo da vivir.


Esto parece una ensalada de conceptos que podrán parecer contradictorios, o sin ningún tipo de relación.. pero no... Después de pensarlo mucho creo que vivir es enfrentar el miedo, es esforzarse por vencerlo.

Quería ser feliz, estar acompañada, pero me daba tanto miedo hacer algo aparte de quejarme.. hasta que el miedo de seguir sintiendo miedo me despertara del letargo en el que Penélope estab sumergida y empezara a vivir...

Sigo teniendo miedo, pero me da esperanza saber que esta vez tengo todo para ganar... y nada que perder.

lunes, 14 de febrero de 2011

San Valentín

Tres años de Penélope. Me sorprende que haya pasado tan poco tiempo desde ese jueves negro.
Ya la figura de ese ser que inspiró la rebelión de Penélope dejó de ser importante, y está convertido en un apodo que le hace honor: "guarén de acequia". Sin embargo, las consecuencias de esa agonía aun me duele.

Pero es un tipo de dolor distinto. Ya no es por recordar lo que sufrí, si no por lamentar aquello que se perdió en mi después de ese día.

He escrito mil veces aquí que me siento sola, que me siento distinta al resto, y es cierto. No creo en ese amor total y sublime... no aspiro a encontrarlo, soy incapaz de proyectarme en nada. Todo en mi vida tiene el rótulo de pasajero, por lo tanto, ¿para qué apegarse a algo que se irá? He desaprovechado tantas experiencias, que han podido ayudarme a aceptar esto como algo normal, y no como un impedimento para ser feliz; y he vivido otras, que inconcientemente lo único que han hecho es acrecentar la idea de volatilidad en todo.

Y hoy... pese a todo esto, estoy agradecida. Porqué ya no quiero seguir quejándome de q no he aprendido nada. Quiero aprender, y sé que para ello, debo vivir.

Quiero disfrutar lo que tengo ahora, que es nada, que es tan volátil como todo, pero no por eso deja de ser importante para mi. Quiero empezar a creer que no porque tenga que terminar deja de ser menos importante. No porque al resto le incomode es malo. Quiero vivir.

Hace rato que Penélope no espera a nadie, ya no mira el horizonte, pero ha seguido sentada por tres años en el mismo lugar. No es la misma de antes, pero no es mejor persona, se llenó de miedos, que la han paralizado en ese lugar donde asumió que Ulises no llelgaría.

Es hora de que se levante, y empiece a construir su vida.