Sin saber como, después de años de estar sentada mirando la ruta por la que no llegaría Ulises, por la que no llegaría nadie, Penélope tomó su silla y empezó a caminar...
Hace algun tiempo ya, que hacía mi vida normal. Trabajaba, reía como todos. Me relacionaba con las personas y trataba de hacer una vida normal.
Pero una parte de mi vida estaba estancada... durmiendo. Llegué a pensar que estaba muerta.
Y seguí caminando. Con el cadáver o con el cuerpo dormido a cuestas.
Hasta que hace unos meses, pocos a decir verdad, desperte
No hay comentarios:
Publicar un comentario